10 de septiembre de 2018

El caso de Thelma Jordon

(The File on Thelma Jordon) 1950                                                                              Director: Robert Siodmak                                                                      Reparto: Barbara Stanwyck, Wendell Corey, Paul Kelly, Joan Tetzel, Stanley Ridges, Byron Barr, Kasey Rogers, Basil Ruysdael, Gertrude Hoffman          
Guión: Ketti Frings                                                                                             Fotografía: George Barnes


El nombre de Robert Siodmak siempre estará ligado a la originalidad y la fuerza de sus tres grandes obras maestras del cine negro; "Forajidos" (1946), "Una vida marcada" (1948) y "El abrazo de la muerte" (1949),  todas ellas películas donde el inexorable destino, la hipocresía, el egoísmo, la avaricia, la imposibilidad de alcanzar el sueño americano desde la bondad así como la general desconfianza en el ser humano y en los mecanismos de la sociedad para arreglar los problemas del mundo son temas  obsesivamente presentes en sus mejores películas americanas, y una buena prueba de ello es "El caso de Thelma Jordon", un film que bien merecería formar parte de ese exclusivo grupo ya mencionado unas lineas más arriba.

La historia nos presenta a Cleve Marshall (Wendell Corey), un hombre acomplejado y gris que gracias a los hilos movidos por su poderoso suegro (un aclamado juez de la ciudad) ha logrado ocupar un puesto como ayudante del Fiscal del Distrito. Su vida es anodina y monótona. No le gusta su trabajo, no ama a su mujer y le asfixia el control ejercido por su suegro que no duda en interponerse a cada instante en la relación de Cleve con su sumisa esposa Pamela. La infelicidad y aburrimiento que reina en la vida de Cleve sufre un punto de inflexión cuando éste conoce por casualidad a Thelma Jordon (Barbara Stanwyck), una joven sobrina de una adinerada anciana del lugar que acude a la oficina de un investigador para denunciar un intento de robo. Thelma confundirá a Cleve con el investigador y éste se sentirá inmediatamente atraído por la sencillez y belleza de Thelma, con la cual iniciará una instantánea relación amorosa. Sin embargo, un luctuoso suceso pondrá a prueba el amor de Cleve Marshall y la inocencia de Thelma Jordon.


Con "El caso de Thelma Jordon", el autor alemán traza una historia que recorre los sinuosos caminos de la sospecha y la mentira que arrastran a la perdición la tranquila y monótona existencia de Cleve Marshall (Wendell Corey), un gris ayudante del Fiscal del Distrito el cual es empujado hacia la desgracia por los tejemanejes de una bella araña llamada Thelma Jordon (Bárbara Stanwyck). Sin embargo, lejos de la decadencia moral de otras vampiresas, Thelma es en realidad una mujer atrapada por su pasado que al igual que Cleve ha sucumbido a las redes del amor.


"El caso de Thelma Jordon" es una de sus películas más olvidadas de su etapa americana ya que fue de las últimas cintas que Siodmark rodó en EEUU antes de su retorno a Europa. Sin embargo, aunque este hecho pueda hacer entender que nos encontramos con una película menor de Siodmark para mí es una de sus mejores y más complejas películas, ya que es poseedora de una personalidad propia, la cual es adquirida gracias a la impagable labor de Siodmark que consigue suministrar su estilo formal a cada secuencia y a la química que desprende la pareja protagonista: el siempre sólido y reivindicable secundario Wendell Corey y la sublime (una vez más) Barbara Stanwyck que nos regala una creación inolvidable, de esas que calan en lo más profundo y asume su papel como pocas actrices saben hacerlo para dibujar un personaje en principio manipulador y maquiavélico gracias a su penetrante y fría mirada, para finalmente culminar con la redención de sus pecados en un acto final sublime.

   
Un sublime acto final que por si solo sirve para motivar al cinéfilo, la revisión de esta cinta. Una brutal escena que pone la guinda al pastel ideado por Siodmark. De un realismo y violencia difícil de encontrar en otras cintas de la época, la secuencia es una de las escenas más impactantes que recuerdo haber visto en una cinta de cine negro. Esto unido a la excepcional fotografía de George Barnes que trabaja la toma de noche con maestría y la música de Victor Young que añaden dos talentos más a la sensacional puesta en escena plena de perfección técnica y las hipnóticas interpretaciones de todo el elenco convierten a "El caso de Thelma Jordon" en una de las mejores de la década de 1950 y una cinta más que interesante de obligado visionado para los amantes del cine negro clásico.



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