23 de junio de 2017

La doncella

(The Handmaiden) 2016                                                                                               

Director: Park Chan-wook
Reparto: Ha Jung-woo, Kim Min-hee, Jo Jin-woong, Kim Tae-ri, Moon So-ri, Kim Hae-suk.
Guión: Park Chan-wook, Jung Seo-kyung (Novela: Sarah Waters) Fotografía: Cho Young-wuk

He de confesar que soy un ardiente admirador del cine de Park Chan-wook por dos sencillos motivos; por su elegante violencia y su desmesurada pasión por filmar cine. Para este humilde plumilla Chan-wook, es uno de esos realizadores que te hacen disfrutar con cada nueva película que lleva a cabo. Y su ultima película llamada "La doncella" es una buena muestra del talento innato de este director surcoreano para hipnotizarnos con imágenes sugerentes que transitan por una narración enigmática y cautivadora.

Basada en la novela "Falsa identidad", de la galesa Sarah Waters. "La doncella" nos habla de una joven coreana Sookee (Kim Tae-Ri) que es contratada por un falso conde para hacerse pasar por sirvienta de Hideko (Kim Minn-Hee), una acaudalada mujer japonesa. El trato pasa por que la muchacha convenza a la dama de los beneficios de casarse con el conde para que éste acabe finalmente haciéndose cargo de su herencia. A cambio, la astuta Sookee también recibiría una parte de la fortuna. El único problema que, a priori, se presenta, es que la heredera vive en una enorme mansión bajo la influencia de su tiránico tío, un amante de los libros y las prácticas sadomasoquistas.


Pero en un giro de los acontecimientos Hideko ve a Sookee como una muñeca frágil con la que jugar y ambas acaban forjando una estrecha amistad bajo el intenso acecho de los dos hombres que intentan mantenerlo todo bajo control. Pero pronto lo que eran miradas y sonrisas de complicidad se transforma en algo más fuerte. Surge entre ellas un apasionado romance que trastocará los planes del estafador y encenderá su ira. O no. Porque lo que viene a continuación vuelve a alterar la narración en otra muy diferente donde los giros argumentales están a la orden del día. Y así, Chan-wook acaba manipulando a su antojo al respetable a lo largo de casi dos horas y media de intenso metraje donde el suspense, el thriller erótico y el humor negro se dan la mano a partes iguales.

Dicho escuetamente esto es solo el envoltorio de esta preciosa y precisa historia de "La doncella". A través de la ella podremos pasearnos por los rincones de esa mansión que guarda muchos secretos y pocos amigos, y en la cual confiar en alguien será lo más difícil de conseguir, porque cuando hay dinero de por medio, hasta el más frío pierde la cabeza. Cada uno con su propio interés y objetivo comenzaremos viendo cómo entre doncella y señora surge una atracción que en ningún momento sabremos si es falsa o no. Una atracción que debería ser ejemplo de cómo llevar una historia de amor al limite y de paso darle un fuerte revés a esos culebrones hollywoodienses que no se creen ni ellos mismos.

Con acercamientos que llegarán a darnos planos y escenas de un erotismo sin igual y con la elegancia del director para recrearlas, nos quedaremos sin respiración en más de un momento y presos de un hipnotismo que pocas veces se puede lograr. Porque son con esos momentos cuando te das cuenta que practicar sexo puede ser todo un arte. Pero no se hagan ideas equivocadas, esto no es una película erótica al estilo del "pastelazo" de Grey y sus sombras, simplemente "La doncella" es una clase magistral de cómo llevar a cabo un romance en todos sus sentidos.


Y todo ello gracias a una fascinante recreación de la época y la impresionante fotografía que se nos exhibe ante nuestros ojos. También hay que recalcar el excelente plantel de actores y actrices del que hace gala la película. A destacar la la espectacular señora de la casa Kim Min-hee, que enamora con su actuación y con su caracterización, dando un recital de sensualidad y la ¿dulce? Kim Tae-Ri que nos brindan tal despliegue de gestos, miradas y silencios que solo deseamos que permanezcan eternamente en el plano. Podríamos decir que estamos ante un universo lírico y estético donde todas las piezas bailan al son de la batuta de un director que sabe lo que hace y lo transmite con delicadeza y armonía junto a una banda sonora igual de sugestiva. Incluso las potentes escenas lésbicas están rodadas con suma elegancia y perfectamente coreografiadas para mayor envidia de la insoportable "Cincuenta sombras de Grey".


El realizador huye del morbo por el morbo para reflejar una poderosa historia de amor, enrevesada y profundamente enigmática sin esquivar las tensiones sociales del momento histórico. La película, que obtuvo el Premio del Público en el Festival de Sitges del 2016, es un auténtico viaje sensorial que mezcla el japonés y el coreano y donde cada personaje va cambiando de piel conforme avanza la acción. Además del aspecto técnico, la cinta destaca por un reparto interpretativo en estado de gracia, en especial las actrices Kim Minn-Hee, que asume el complejo papel de Hidako, y Kim Tae-Ri, una estudiante de periodismo que hace su triunfal debut en el cine encarnando a la doncella del título. Sus desnudos físicos y emocionales son de los que no se pasan por alto.

Son tantas sus virtudes, tantas sus cualidades y tanta la maestría que desprende un director enamorado del cine que solo me cabe decir que "La doncella" es puro cine, una magistral clase de cómo hacer un largometraje, una obra maestra del género que nos llevará por las pasiones y traiciones de los personajes que en ella se hayan y que nos volverá locos con sus giros inesperados... ¿Creen que exagero? Dejen que "La doncella" les envuelva y les haga perderse entre las paredes de su mansión y entre las caricias de su pasión, nada les gustará más que poder sentir lo que a veces es difícil de transmitir.



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