25 de julio de 2017

Gueorgui Pinkhassov

Entre el color y la sombra

"Una vez traté de calmar un fotógrafo que estaba furioso después de haber sido rechazado por Magnum. "Pero mira mis fotos", dijo. "Son como Cartier-Bresson." -Sí- dije ... "A veces ni siquiera se puede distinguir quién es quién. Pero hay una diferencia: Cartier-Bresson no se parece a nadie, y tú te pareces a él."
El que así habla es Gueorgui Pinkhassov, un fotógrafo de origen ruso pero nacionalizado francés que convierte color es un componente esencial, usado deliberadamente para crear un efecto orquestal donde los colores y sombras componen un todo. Sus imágenes sugieren más que muestran y hace destacar más detalles que están en lo cotidiano pero capturados con una enorme delicadeza, armonía y lirismo. Resultando escenas con una atmósfera casi palpable.
Pinkhassov es un destacado miembro de la Agencia Magnum. Sus fotografías se caracterizan por un extraordinario dominio del color, con imágenes de un marcado estilo propio, con composiciones arriesgadas. Es considerado un maestro de la forma, el ritmo y del color. Pinkhassov no parece estar interesado en los sujetos o en el espacio, su fotografía se aleja, en cierto modo, del más clásico documentalismo que algunos de sus compañeros de Magnum destacan. Su interés se centra en su propia visión de la fotografía.
Desde niño se interesó por la fotografía y el cine, y estudió en el Instituto Superior de Cinematografía de Moscú, pasando luego a ser fotógrafo de plató en los estudios Mofilm. El 1978 el realizador Andrei Tarkovski le contrató como fotógrafo para su film Stalker. Pinkhassov había alcanzado ya por entonces la categoría de artista independiente, pero din duda su experiencia con el cineasta le consolidó y le influyó en gran medida. En sus comienzo Pinkhassov no quería fotografiar la calle, prefería no inmiscuirse en las vidas ajenas. Pero el destino le ayudó a cambiar esa manía suya: un día le regalaron una cámara Zorki, la versión rusa de Leica, equipada con un gran angular Russar de 20mm. Podía hacer fotos desde la cintura sin tener que enfocar… Pinkhassov comenzó a demostrar entonces que su trabajo sería plenamente artístico, incluso abstracto. Iniciando así una investigación a través de la luz y el color. Su uso del encuadre, la luz, las capas, etc, harían de éstas grandes fotos en blanco y negro, pero es con su uso del color lo que las pone en otro nivel.
"El poder de nuestra musa se encuentra en su sin sentido. Incluso el estilo puede convertirte en un esclavo si no te alejas de él y entonces estás condenado a repetirte a ti mismo. Lo único que cuenta es la curiosidad. Personalmente, creo que es eso de lo que trata la creatividad. Ésta se expresará mejor en el deseo de no volver donde ya se ha estado, que en miedo a volver a hacer lo mismo una y otra vez."

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