Dice Carlos Zanón, (el director del festival Barcelona Negra y encargado de la próxima resurrección literaria de Pepe Carvalho) que "La novela negra es Galdós con dos hostias". Y no le falta razón al novelista barcelones. Porque cuando abrimos una novela de James Ellroy, nos encontramos en las alcantarillas de una sociedad norteamericana donde se mueve las ratas de la corrupción, la violencia desenfrenada, los polis duros, el sexo y los chantajes... Todo esto, y alguna cosa más nos ofrece este juglar de las malas calles en "Perfidia", un libro que, como casi todos los de este escritor, es un golpe directo a las entrañas que te deja sin aliento, con la sensación de que la maldad está tan extendida en todos los ámbitos de la sociedad e impregnada en el ADN de los individuos que es imposible derrotarla.
Olvidémonos de las novelas negras convencionales, del simple entretenimiento; esto es mucho más. Aquí no hay buenos ni concesiones de ningún tipo, no hay héroes y poco importa si el mundo los necesita. No se confía en nadie, y tampoco en la policía, o tal vez aún menos en ella. En el fondo a nadie le interesan las muertes con las que comienza la trama, que lejos de quedar ocultas, desencadenan una historia oscura llena de sangre, violencia y vicios, que se despliegan en negro y sangre ante los ojos del lector.
Hablar de la trama de "Perfidia" sería arduo. Las tramas de Ellroy, están llenas de infinitas ramificaciones y multitudes de personajes, pero en grandes rasgos en "Perfidia", nos encontramos en el día previo al ataque japonés a Pearl Harbor. En Los Ángeles, todo el mundo sabe que la entrada en la guerra es un hecho. Y donde la enorme comunidad japonesa comienza a ser señalada e insultada. En ese tenso clima prebélico, la familia Watanabe han aparecido destripados en lo que parece el escenario de un sangriento seppuku. La investigación la llevaran, el perpicaz forense Hideo Ashida; la seductora Kay Lake, novia de un agente de policía e inquieta, quizá en demasía, por la necesidad de la aventura; William H. Parker, un ambicioso y católico teniente de policía dividido entre sus escrúpulos y sus debilidades y el encantador, brutal y expeditivo Dudley Smith, sargento de policía irlandés y no menos católico que el anterior, pero casi absolutamente amoral.
Con "Perfidia", James Ellroy da un nuevo paso hacia delante en su cuidadosa conformación de un escenario literario propio ubicado en la ciudad de Los Ángeles. Una tarea que comenzó con el conocido como Primer Cuarteto de Los Ángeles (formado por "La Dalia Negra", "El gran desierto", "L.A. Confidential" y "Jazz blanco"), que prosiguió a escala nacional con la Trilogía Americana ("América", "Seis de los grandes" y "Sangre vagabunda") y que el autor ha prometido continuar en forma de un Segundo Cuarteto del que este libro es el primer volumen (en realidad una precuela de todo lo indicado). Tal vez no sea la mejor puerta para entrar al club de admiradores de Ellroy, si sois lectores primerizos de su obra, el primer Cuarteto de L.A.sera más accesible que una novela como esta. Pero si ya estás, como muchos, inoculado por el veneno de este autor, ya estas perdido y te lanzaras de cabeza en las sucias alcantarillas que nos abre James Ellroy.
"Perfidia" es una historia negrísima, y es también una novela histórica y un drama de amor. Una bestialidad digna de un gigante como Ellroy que sigue haciendo gala de su estilo único. Ese tableteo verbal hecho de repeticiones que regula el aire del texto y maneja a su antojo la velocidad de la cabeza lectora.
Esa formidable capacidad narrativa. Esa extraordinaria habilidad para gestionar las idas y venidas de centenares de personajes férreamente cincelados por su pluma magistral. Esa destreza para mezclar situaciones dramáticas y momentos de humor y sobre todo, su pericia a la hora de expresar sentimientos complejos con una frase tan sucinta como rotunda. Estos son los atributos de James Ellroy, el brillante juglar de la novela negra .
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