3 de abril de 2018

Las efímeras

Autora: Pilar Adón                                                      Editorial: Galaxia Gutenberg                                          
Nº páginas: 240

Escrita con una prosa rotunda y poética, de un lirismo sobrio e impetuoso y de contundente sencillez expresiva, "Las efímeras" es una novela que nos muestra la complejidad del individuo para mostrarnos lo devastadora que puede ser la convivencia, el deseo de dominio, la naturaleza que ahoga y libera, y la imposibilidad de escapar a ella.

En "Las efímeras" Pilar Adón cuenta la historia de Violeta y Dora, dos hermanas que viven aisladas en una casa situada fuera de la comunidad de "La Ruche", una -aparentemente- idílica comunidad en medio del bosque regida por normas como el respeto y la libertad. Las dos viven solas desde que faltaron sus padres y apenas mantienen relación con otros miembros de esa comunidad a la que pertenecen. En ese espacio aislado, dominado por una naturaleza omnipresente que también establece sus propias normas. Una mujer, Anita, es la encargada de conservar el equilibrio y la normalidad de la comunidad. Ella decide quién se queda. Ella imparte justicia. Y nadie más, al menos de modo aparente.

En este ambiente paradójicamente tan cerrado, teniendo en cuenta que viven en plena naturaleza, las ha llevado a las hermanas a desarrollar entre ellas una relación insana de dominación y sometimiento hasta que un día Violeta conoce a Denis, un tímido muchacho sobre el que cae el peso de un turbio pasado. A partir de entonces las leyes no escritas de la convivencia de las dos hermanas pugnarán por resquebrajarse. A través de la asfixiante relación de dominación y dependencia entre Dora y Violeta, Pilar Adón profundiza en los grandes temas de la historia: las dependencias humanas, las relaciones de poder, el deseo de venganza y la posesión. Desde las primeras páginas sentimos que nos encontramos con literatura de alta intensidad. Con una estructura que se toma su tiempo para avanzar siguiendo a unos pocos personajes, desplazándose de uno a otro sin que jamás parezca forzado o asimétrico, cargándose de emoción y de­sasosiego con la naturalidad de esos libros que parecen escribirse a la vez que leemos y donde todo encaja a su tiempo.

"Las efímeras" es una brillante alegoría de las contradicciones de los seres humanos, tanto individualmente como considerándolos como grupo. Las ansias de libertad, de independencia, la dependencia emocional, la preservación de la intimidad, el culto a la soledad y el miedo a sentirse solo, el esconderse tras responsabilidades autoimpuestas para mantenerse alejado de lo que realmente es vivir, todas estas contradicciones viven alojadas en los personajes de Adón, separadas tan solo por una fina barrera de piel de otras mil contradicciones que aguardan en el exterior.

Pilar Adon lo controla todo para crear un ambiente y una atmósfera donde todo fluye y encaja a la perfección: "Las efímeras" es una magnífica novela, un juego literario y simbólico que, en última instancia, pretende explorar y jugar con el lenguaje. Adón ofrece una honda reflexión sobre la Naturaleza convirtiéndola en la autentica protagonista del relato. Para esta autora, el bosque no es simplemente un decorado sobre el que suceden las cosas, es con toda probabilidad el responsable de hipnotizar a los personajes y catalizar, e incluso dominar, sus acciones. Y al igual que con los personajes no sabremos nunca hasta dónde alcanza su poder de cambiar en segundos y pasar de la más absoluta calma a la más extrema violencia, a la que todos se someten, en la que todos se encuentran enfangados, presos del barro, sometidos a su misma transformación... Ese exterior es lo más memorable de esta novela. La lluvia inclemente, la tierra engañosa, el mantillo de descomposición mezcla de lo que muere y lo que nace de lo muerto. Somos diminutos y efímeros, cazadores y cazados, y Pilar Adón ha venido a recordárnoslo.


Así es, "Las efímeras" una novela de ambiente agobiante y perturbador, de utopías fracasadas por la indiferencia humana, de profundidad psicológica de unos personajes que zigzaguean y penetran en las zonas de penumbra de las emociones, los sentimientos y los instintos del hombre. La huida que emprenden hacia callejones sin salida, son algunas de las constantes de la sociedad en que vivimos y en la que nos movemos como animales asustados, en la mayoría de ocasiones. Una sociedad de la que no podemos escapar, como tampoco parecen poder escapar las hermanas Oliver de esa comunidad donde nada es lo que parece.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por ver esta página