2 de abril de 2018

Buscando un beso a medianoche

(In Search of a Midnight Kiss) 2007                                      Director: Alex Holdridge                                                                                            Reparto: Scoot McNairy, Sara Simmonds, Brian Matthew McGuire, Kathleen Luong, Bret Roberts, Robert Murphy, Twink Caplan, Nic Harcourt.                                                                                                    Guión: Alex Holdridge                                                                  Fotografía: Robert Murphy


Siguiendo con nuestro afán de rescatar esas películas olvidadas por el tiempo y marginadas por las distribuidoras, hoy nos toca hablar de "Buscando un beso a medianoche", una producción relativamente reciente que merece la pena ver por su posición dentro del baúl del cine verdaderamente independiente, por el romanticismo pegadizo y contagioso que abandera, por su encantadora falta de pretensiones, por su honestidad y limpieza emocional, por la sensibilidad que rezuma a espuertas cada uno de los fotogramas que la componen, y por su preponderancia del ingenio a chorros frente a las estrecheces presupuestarias, "Buscando un beso a medianoche" es cine popular y accesible al corazón del común de los mortales, cine de sentimientos universales, identificables, de carne y hueso.

"Misántropo busca a misántropa. Si contestas a este anuncio no eres el tipo de mujer con la que quisiera salir, pero me siento solo en fin de año y estoy dispuesto a hacer el puto ridículo integral. Mis novias de los últimos años han sido inteligentes y guapísimas y al final todas me han roto el corazón, lo que da que pensar. Mi amigo dice que tengo que poner una foto. Nos hablamos pronto".


Ahí está el punto de arranque de esta película indie norteamericana que nos habla de dos personajes que no han tenido el mejor año de su vida, y que buscan a alguien para despedir el año con un beso que les abra la puerta a un nuevo año esperanzador. Wilson (Scoot McNairy) lleva seis meses sin una cita y a sus 29 años intenta vivir como guionista después de romper con su chica, Vivian (Sara Simmonds) acaba de descubrir que su novio la engaña y sus sueños de ser actriz están a punto de irse al garete. Son dos soledades que se unirán en el día de Nochevieja en una ciudad de Los Ángeles alejada del glamour con el que se nos suele presentar en el cine, y que nos habla de las formas contemporáneas de relación social, en la que ya no hace falta salir a la calle para conseguir una cita, sino que basta con meterse en alguna de las redes sociales para encontrar afinidades.


La pareja protagonista formada por Scoot McNairy y Sara Simmonds ofrecen un gran trabajo de interpretación para mostrarnos la evolución de estas almas en pena llamadas Wilson y Vivian. Al principio ella se muestra agresiva, pero sus debilidades van aflorando a medida que se acerca la medianoche. En cambio él va venciendo sus dudas y temores iniciales hasta mostrarse como una persona madura y responsable. En esencia es algo que ya hemos visto antes infinitas veces. La diferencia es la naturalidad que destila el filme, que logra lo más difícil: acercar a dos polos opuestos en el lapso temporal ficticio de una sola noche y sobretodo consigue que nos lo creamos, lo que la convierte en una pequeña y agradable joya en la que se tratan los sentimientos con respeto y con realismo, desde presupuestos adultos, con frescura, sin hueco para las grandes palabras ni para los gestos exagerados. Toda la historia se desarrolla en apenas unas horas, e intuimos que a partir de ese momento las vidas de los protagonistas ya no volverán a ser las mismas.
Alex Holdridge dirige esta ácida comedia romántica donde el amor, esta palabra tan banalizada actualmente, queda en segundo plano. En ella no encontraremos cuentos de hadas, sino una historia real, con personajes reales y sentimientos muy cercanos y sin embargo, es una película que rebosa magia…quien se haya sentido solo, quien haya buscado no se sabe el qué, quien haya conocido a otras personas esperando que alguna fuera el amor de su vida, quien crea que se puede aprender mucho de una conversación con un desconocido…que no se la pierda. El final es una auténtica maravilla que reafirma a esta entretenidísima tragicomedia que entra con tremenda facilidad y que además, se queda en nuestras memorias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por ver esta página