Una maravillosa fabula de la vida
(Life of Pi), 2012Director: Ang Lee
Reparto: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe Spall, Tabu, Adril Hussain, Shravanthi Sainath,Ayush Tandon, Vibish Sivakumar, Gérard Depardieu.
Guión: David Magee (adaptado de la novela de Yann Martel)
Fotografía: Claudio Miranda
El director Ang Lee despliega todo su sensibilidad visual a la que nos tiene acostumbrados para adaptar esta fabula de Yann Martel y lo convierte en una exquisitez donde la moraleja de la historia y el trasfondo religioso de la película nos golpea en su desenlace. Pues como toda fabula que se precie, el último acto queda reservado a la mente del espectador, para que extraiga la moraleja pero sin dejar definido en ningún caso cual es la postura del director al respecto.
"La Vida de Pi" es una de las más serias y emotivas reflexiones que ha dado el cine en los últimos años. Sus espectaculares y fantásticas imágenes esconden una compleja narración que puede enriquecer la perspectiva con la que vemos las cosas. Muchas son las lecciones que nos ofrece "La Vida de Pi", lecciones como; la necesidad de compañía del ser humano, la superación de los miedos, la necesidad de creer en un Dios o la necesidad de crear historias para hacer más llevadero los duros golpes del destino. El director logra crear una de esas cinta que te dejan embobado y sin palabras, y reflexionando días después de su visionado sobre la historia que te han contado.
"La vida de Pi" es una película que puede ser inspiradora desde tantos y variados ángulos que nos sabríamos cual poner primero. Desde la belleza inconmensurable de sus imágenes a la desbordante imaginación que destila en cada fotograma. Desde las fortalezas psicológicas que nos enseña como la vitalidad, la esperanza, la espiritualidad (que tanto marcó a su director, Ang Lee al elegir esta historia) o la valentía ante la impresionante capacidad de supervivencia de su personaje principal. O a lo mejor por la reflexión filosófica que nos muestra a lo largo de la historia, o su reflexión espiritual… Podéis elegir la que queráis, son tantas sus posibilidades de reflexión que podríamos eternizarnos en los comentarios.
"La vida de Pi" aúna magníficamente cine de entretenimiento con reflexión, utilizando las últimas tecnologías para construir momentos tan hermosos como la aparición de la ballena o esa isla carnívora poblada de mangostas. A lo largo de 125 minutos nos emocionamos, nos reímos (divertido momento del pis para marcar el territorio) y sufrimos con la odisea de Pi, pero lo más importante es que, varios días después de su visionado, permanece en la memoria. Ese final, magnífico, donde se desvela la “sorpresa” de la historia, hace verdaderamente reflexionar. Tal vez no hasta el punto de hacer que creas de Dios si eres agnóstico, pero sí da más que pensar que la mayoría de títulos, jugando sabiamente con la ambigua línea que separa la realidad de la fantasía.
Es una película ambigua, pues no es todo lo espiritual que uno esperaría, la figura del tigre representa lo que la película trata de explica a lo largo de dos hora; la creencia de que no todo lo que hay tras la mirada de ese tigre sea un reflejo de la persona que le observa o el sentido de la razón, el temor que Pi tiene a entender que el mundo es material y no existe lo espiritual. Pi al final de la cinta no es un creyente, ni un ateo, es una lucha constante entre ambos mundos, por eso la ambigüedad permite dos interpretaciones. Ang Lee deja al espectador que decida la idea de dios, lo presenta como la opción que todos tomarían; dios es una realidad necesaria por lo crudo que es la realidad misma, la realidad no tiene magia, no tiene fantasía o misterios, es monótona, es mejor vivir engañado eligiendo la realidad que más nos convenga.
representa su nombre ya que Pi es un valor irracional sin un final, irracional como la idea extrema de buscar que su apodo encaje con una realidad definida, rechazando la dura realidad que le hiere. Pi hace un viaje fantástico sobre de esta incapacidad para poder conllevar su realidad, y pierde la razón asumiendo el rol del tigre para hacer más llevadera la dura verdad. A partir del naufragio, el filme se convierte en otra cosa: una parábola sobre la lucha por la supervivencia contra los elementos. Se le ha criticado mucho la fuerte carga religiosa, filosófica o teológica a esta obra, pero dejando aparte sus segundas lecturas, es un auténtico placer como película de aventuras. Resulta apasionante contemplar cómo va evolucionando la relación entre Pi y Richard Parker, que pasan de ser unos enemigos que luchan por hacerse con el liderazgo del bote a acabar dependiendo el uno del otro.
Ang Lee nos demuestra una vez más que es el director de las mil caras, de los mil reflejos, tan cambiante como los paisajes, las estaciones, las culturas, los pueblos… las personas. Un periplo por sus películas es como un viaje en el que cada destino es radicalmente diferente del anterior. Unos destinos te gustarán más que otros, pero no podrás tacharlo de repetitivo y previsible, porque nunca sabrás dónde te llevará el siguiente recodo del camino. Sus signos característicos, los que se reconocen hagas el viaje que hagas, son: su espectacular fotografía que a veces incorpora grandes efectos especiales, su brillante capacidad narrativa y fabuladora, y su excelente dirección de actores. Da igual cómo sea la película, da igual quiénes salgan en ella, todos van a dar lo mejor porque con Ang Lee no podía ser menos.
Irremediablemente hablar de "La vida de Pi" es también hablar del buen uso de los efectos especiales, y es que en esta cinta hay mucho efecto digital del que no nos damos cuenta. Es un claro ejemplo de que los efectos están al servicio del director y no a la inversa. Con ello Ang Lee da un gigantesco paso hacia adelante, hacia el exterior y hacia arriba al expandir los recursos del medio cinematográfico en evolución. El realismo mágico raras veces ha sido tan mágico y nunca, antes, tan real.
Con un final que pone patas arriba una incómoda incertidumbre, Ang Lee realiza un doble salto al vació para dar comienzo la verdadera historia. Ese momento de apenas 8 minutos de duración es el que te pone los vellos de punta, porque es cuando comprendes que es el principio de una verdad.
"-¿Cual es la verdadera?"
"-¿Cual es la que prefieres?"
"-...La del tigre "
"-Lo mismo pasa con Dios"
"Lavida de Pi" es una obra destinada a ocupar un hueco en la estantería de nuestros corazones, muestra unos enormes valores y es capaz de hacernos ver que las cosas pequeñas pueden ser grandes. Sin duda una película mágica, un logro maravilloso de la narrativa y una obra maestra.
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