26 de diciembre de 2016

Scream Queens; Gritando en la pantalla

Las Reinas del grito

Expertas en dar gritos para perforarnos los tímpanos, correr como posesas perseguidas por monstruos o psicópatas con muy malas intenciones. La esperanza de vida de las "Scream Queens" o reinas del grito suele ser tan corta como corta es su cada vez más menguante ropa, salvo que sea la heroína, entonces pobres de los psicópatas o monstruos que se pongan en su camino.

Desde la prehistoria del cine de terror la figura de la chica doliente y gritona se convirtió en un cliché donde las damas en apuros aparecen en pantalla armadas de un par de potentes pulmones dispuestos a expulsar un terrorífico alarido al enfrentarse cara a cara a la amenaza del momento y subir como posesas las consabidas escaleras en vez de salir a la calle para escapar del malote ser que las persigue. Pero no todo fueron damiselas aterradas que se desmayaban o eran trinchadas como vulgar pavo de Navidad. Nuestras damas del grito también sabían dar sustos interpretando a voluptuosas vampiras, brujas y, a monstruos de todo pelaje y condición.


Una de las primeras en sufrir y hacernos sufrir con sus gritos, fue una hermosa rubia llamada Fay Wray que recibía los embates amorosos del gorila más famoso del cine "King Kong" (1933), ademas de participar en otras producciones de terror para la RKO. Claro que si hablamos de los años 30, las chicas de la Universal no pueden quedar fuera de este repaso. Chicas como Helen Chandler, una de las primeras en caer bajo los influjos de "Drácula" (1931) o Elsa Lanchester, una de las más populares gracias a ser "La novia de Frankenstein" (1935). 

Pero llegaron los años 40 y la Universal tuvo que buscarse nuevos rostros como los de Evelyn Anker que sufrió el acoso de vampiros y licantropos en "El hijo de Drácula" (1943) y "El hombre lobo" (1941). También de la Universal era Anne Gwynne, una actriz y "Pin-Up" que nos dejo una estrambótica película donde era perseguida a partes iguales por vampiros, monstruos de Frankenstein y hombres lobos.
Pero en aquella época no sólo la Universal se dedicaba a dar sustos, como ya hemos dicho, su otra gran competidora, la RKO, tenia a sus chicas dispuesta a lanzar gritos, Simone Simon y Jane Randolph, aunque no se les pueden considerar estrictamente reinas del grito, nos hicieron disfrutar cuando una asustando y otra gritando jugaban al gato y al ratón en la clásica y magnifica "La mujer pantera" (1942).
Los años 50 estuvieron más pendientes de la ciencia ficción que del terror. Por ello, los papeles de féminas de amplios pulmones fueron escasos. No obstante, esta década nos descubrió a mujeres como Anne Francis y su "Planeta prohibido" (1956) o Julie Adams, la protagonista de otro gran clásico "La mujer y el monstruo" (1954). Pero si los 50 fueron escasos en decibelios, los 60 fueron todo lo contrario. La reina indiscutible de aquellos años sería Barbara Stelle que empezaría a dar gritos y a meternos el miedo en el cuerpo con la película italiana de Mario Bava "La mascara del Demonio" (1960), para luego colaborar con Roger Corman en "El péndulo de la muerte" (1961) y volver al cine italiano para ofrecernos un recital de gritos con películas como "Los largos cabellos de la muerte" (1964), "Amantes de ultratumba" (1965) o "Un Ángel para Satan" (1967), además la bella Barbara tuvo tiempo entre grito y mordisco para colaborar con directores como David Cronenberg o Joe Dante.


Sin embargo fue la mítica Hammer la que descubrió a buena parte de las reinas del terror de los años 60 y 70. Las más populares fueron Ingrid Pitt, protagonista de la lésbica "La Condesa Drácula" (1971) y Caroline Munro, a quien pudimos ver como la inmóvil esposa de "El abominable Dr. Phibes" (1971) entre otras películas. Pero no fueron las únicas en dar gritos. Ahí estaban Madeline Smith, Veronica Carlson o Barbara Shelley.

Mientras estas reinas del griterío se consolidaban más o menos, en otras latitudes surgían otras reinas. Así en Italia cobraba fama Edwige Fenech, mientras que en estos lares, la hispano-alemana y muy carnal Helga Liné, sufrirá de lo lindo con "El espanto surge de la tumba" (1973) o Soledad Miranda "Las Vampiras" (1971), además estaban Diana Lory y Linda Romay mezclando a partes iguales grito y erotismo.
Pero volviendo al panorama internacional, en el año 78 comenzó a reinar Jamiee Lee Curtis con su "Halloween" (1978), para después seguir con una retahíla de películas de terror como "El tren del terror" (1980), "Prom Night. Llamadas de terror" (1980), "La niebla" (1980) o las olvidables saga de Halloween. Pero fueron los 80 cuando el nombre de "scream queens" toma fuerza con películas de bajo presupuesto y calidad más que dudosa, donde nuestras heroínas se desnudaban con facilidad y gritaban como nadie. Hay tres que son las reinas entre las reinas: Linnea Quigley, Michelle Bauer y Brinke Stevens.


La primera, guapa y menudita la vimos sufrir en "La noche de los demonios" (1988) o en "Noche de paz, noche de muerte" (1984). La Bauer se dio a conocer con "La tumba" (1987) o las descacharrantes "Camp Fear" (1991) y "Morgana" (1995) y Brinke Stevens que a pesar de no tener un cuerpo tan explosivo como sus compañeras, ha conseguido ganarse la admiración de innumerables fans de la serie B en cintas como "Esclavas del espacio" (1987), "La casa de la abuela" (1988) o "Haunting Fear" (1991) y por si fuese poco la capacidad de lanzar berridos de esta actriz, esta autentica reina del grito es ni más ni menos dueña de dos carreras universitarias, ademas de un master y tener tiempo para aprender siete idiomas.


En estos años las grandes productoras han ido creando nuevos mitos para las febriles mentes de los adolescentes, chicas como Sarah Michelle Gellar la "Buffy cazavampiros" de la TV. dio el paso a la gran pantalla gritando en "Sé lo que hicisteis el último verano" (1997), y Jennifer Love Hewitt o Neve Campbell, aunque pienso que estas chicas están muy lejos de las actrices de terror. Pero estos últimos años hay una actriz que puede llevar la corona de reina con orgullo, y esa actriz es la encantadora Asia Argento, que siguió la estela de su padre Dario Argento y junto a él nos ha dejado un puñado de películas como "Trauma" (1993), "El arte de matar" (1996) o "La madre del mal" donde la guapa actriz luce con orgullo su corona de reina del grito, además de dejarnos un par de interesantes películas "normales" dirigida por ella misma.


Ni que decir que han quedado fuera del tintero no muchas, sino muchísimas grandes reinas del terror, pero entonces este pesado y farragoso articulo se extendería cual grito de Marilyn Burns perseguida por Leatherface en "La matanza de Texas" (1974). Así que para terminar solo cabe esperar y desear que mientras se sigan haciendo películas de terror, seguirán surgiendo reinas y princesas dispuestas a reventarnos los tímpanos y dejar sus huellas en este genero tan denostado por algunos y tan querido por otros.

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