28 de abril de 2017

La vida de los elfos


Autora: Muriel Barbery                                 

Editorial: Seix Barral



Si años atrás Muriel Barbery nos sorprendió cuando descubrimos la belleza de las pequeñas cosas de la mano de la pequeña Paloma y la inteligente portera Renée en "La elegancia del erizo", donde sus protagonistas invocaban la magia de los placeres efímeros para inventar un mundo mejor. Una novela en la que la imaginación, y su poder para redimirnos y dibujarnos una sonrisa, dominaba sobre el resto de sensaciones: ocurre así en su nuevo libro, "La vida de los elfos". 

Muriel Barbery cede de nuevo el protagonismo a una voz infantil, aunque en este caso sus personajes principales se multiplican: son dos las niñas cuyas voces se escuchan en "La vida de los elfos". Ambas comparten una edad similar, y ambas comparten también la misma época; sin embargo, aquí se acaban los puntos en común entre ambas... o no. María vive una existencia tranquila en un pequeño pueblo de la Borgoña, una región en el centro-noreste de Francia, mientras los días de Clara ganan en agitación: nacida y criada en los Abruzos, una zona montañosa en el corazón de Italia, su apabullante talento para la música anima a los suyos a que la niña se traslade a Roma para continuar estudiando.

Pero decíamos que algo más une a Clara y a María, y aquí cobra sentido el título de la nueva novela de Muriel Barbery. Tanto María como Clara están relacionadas, por circunstancias y métodos muy diferentes, a los elfos. La fantástica sensibilidad de Clara y María, dará pie a un mundo y una fábula llena de singular belleza y detalles oníricos. Sumergidas en esos detalles y en su inocencia, las niñas intentarán, con una mirada mágica, controlar a un elfo descarriado y salvar a la humanidad. Pero no nos dejemos engañar por el título, pues no es una novela fantástica al uso. Y es que, tal y como reza la contraportada del libro, en "La vida de los elfos", Muriel Barbery "demuestra una vez más su capacidad para iluminar la belleza escondida en lo que nos rodea."

Con un entramado de personajes que rodea a las dos protagonistas, tan distintas entre sí pero unidas por un lazo único que las hace indisolubles y que les pertenece solo a ellas. María y Clara conviven con guardianes, consejeros, hombres y mujeres reales, y el mundo fantástico de los elfos que transita de la realidad a la ficción con voluntad premeditada de estar siempre presentes. La autora lo ilumina todo con una luz especial e irreal. Una luz con sus sombras, sus fangos y sus voluptuosidades paisajísticas. Un resplandor que no nos pertenece porque es, en realidad, propiedad de un mundo brumoso, lleno de atajos y suelos pantanosos.

Muy bien escrita y con la magia necesaria y las piruetas justas para pasar de lo real a lo fantástico sin torcer en ningún momento la trama. Así es "La vida de los elfos", una historia dulce, poética y a la vez abrumadora que, con un trasfondo de candidez infantil, no deja que los adultos pierdan la condición de protagonistas. Muriel Barbery domina el arte de la pluma. Sabe de los vericuetos justos para agradar al lector. Es sensible sin ser cursi, es amorosa sin ser empalagosa. Es certera y punzante sin ser trágica. Muriel Barbery ha escrito una novela llena de poesía que se lee, a la vez, como una carta de amor a aquellos cuentos que nos leían antes de dormir.

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