Entre el blanco y el negro
Hacer
una fotografía en blanco y negro que impresione es más complicado de lo
que parece. Primero porque tienes que dominar las técnicas de
iluminación al detalle y segundo porque los personajes / objetos que
fotografíes deben tener un carisma excepcional. La fotografía en blanco y negro tiene algo que es realmente especial… Cada fotografía captura un universo lleno de sentimientos que serían difíciles de expresar en una imagen a color. El arte de la fotografía monocroma nunca
puede ser visto de la misma manera dos veces, y uno no ve más que lo
esencial. No hay color para atraer o para agradar la vista nada que
pueda distraer
nuestra atención.
Esta habilidad para mirar en la profundidad, para ver la esencia de las cosas y poder descubrir todas esas cosas que normalmente están ocultas a nuestros ojos las reúne el francés Benoit Courti al que le encanta lo atemporal y la franqueza de blanco y negro para realizar increíbles imágenes que se suceden en forma magistral en una mezcla de retratos oscuros, melancólicos y a la vez luminosos.
El interesante trabajo del artista francés Benoit Courti abarca una amplia gama de temas, pero lo que hace que Courti destaque entre otros fotógrafos son sus llamativas imágenes en blanco y negro. Su simplicidad directa va de la mano con su elegancia. Courti imprime lo efímero y lo permanente. En ese contraste, radica el fondo de cada una de estas revelaciones. La paradoja del hombre: sobre sus manos hay algo, un objeto, una flor, el destino mismo.
Esto lo logra con un magistral dominio de las técnicas de iluminación y un buen ojo para la composición, a veces atrevidas otras veces sorprendentemente clásicas. En conjunto, el acentuado contraste del blanco y negro que muestran sus imágenes añade un aura de misterio y un grado de intimidad que convierte retratos tradicionales en imágenes oscuras que son hermosas y casi inquietantes. Sus retratos son enormemente expresivo, mientras que su serie "Deep black" revela un mundo de detalles que a menudo pueden pasar como banales pero son increíblemente impresionante cuando se ve por unos ojos sensibles al arte.
El fotógrafo, que vive en París, dice haber estado fascinado por la fotografía desde su infancia. Courti inició su carrera artística como compositor de
música antes de convertirse en un fotógrafo profesional en 2010. De
entre sus diferentes trabajos, os hemos hecho una selección de sus
fotografías en blanco y negro, porque es dónde más nos gusta,
destacando sobre todo la serie llamada "Deep black", en la que Courti
se muestra más íntimo en el planteamiento, como intenso es el resultado.
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