7 de octubre de 2018

Luis Royo


El erotismo fantástico de un artista


"El sexo adquiere mayor lascivia cuando a su alrededor flota el fantasma oscuro de la muerte."
(Luis Royo)

No creo que sea necesario presentar a Luis Royo, uno de los mejores ilustradores que tiene este país. Pero para los que no lo conozcáis Luis Royo es un ilustrador y pintor español nacido en Olalla (Teruel), y un auténtico fenómeno de masas. Famoso por sus ilustraciones de fantasía y ciencia ficción, así como por su talento para ilustrar hermosas mujeres con diversos grados de erotismo sin importar el género con que fue pensada cada ilustración.

     

Dibujante de cómics por un periodo entre los setenta y ochenta, en las últimas décadas se ha dedicado casi por completo a la ilustración. Su trabajo ha adornado portadas de libros, discos, manuales de juegos de rol y revistas, destacando la legendaria revista "Heavy Metal", para la que ha realizado más ilustraciones de portada que cualquier otro artista. Pero su arte también se ha paseado por mundos como el de los videojuegos, la música, las portadas de libros y hasta en cartas de tarot. Pero sin dudas que su amplísima colección de libros de diferentes temáticas son las piezas que mejor muestran su tremendo talento y cualidades de gran artista.

Trabajando con una ambientación repartida en temas tan sugerentes como el futurismo apocalíptico, la tecnología, la mitología, la magia, la fantasía, el medievo o la estética samurai. Todo ello regado con un tono apesadumbrado, lúgubre y violento que no hace sino resaltar el erotismo contrastado de sus musas y guerreras. Gran parte del trabajo de Royo se basa en la contraposición de la horrible bestia, la crueldad, la maldad, la violencia y todo lo terrorífico y demoníaco de estas criaturas en contraste con la belleza, delicadeza y sensualidad de la figura femenina.

    

El éxito de Royo no es sino el reconocimiento de una obra original que ha venido a revolucionar el mundo de la ilustración. Especialmente interesado por los temas fantásticos, también ha abordado otros ámbitos como el western, el pasado histórico o las portadas románticas. Pero, más allá de los contenidos, su estilo, inconfundible, respira fuerza y al mismo tiempo irradia una frágil y casi mística transparencia. 


Su tratamiento de la figura humana, especialmente de las mujeres, dota a los cuerpos de una contundencia que, lejos de resultar pesada, refulge. Su manejo del color, desde las gamas más saturadas hasta los despojados contrastes de grises con algún toque de intenso cromatismo, contribuye a crear esa aureola de fascinación que invita a entrar en sus paisajes.


Pero el estilo de Royo, a pesar de mantenerse fiel a unas constantes, también refleja una clara evolución. Basta con hacer un recorrido cronológico por su obra para comprobar las variantes que han ido refinando su estética y reforzando el tono cada vez más poético de sus composiciones. La aparente sencillez de sus dibujos se sustenta en una compleja y muy estudiada trama de recursos. La permanencia en la primera línea de la ilustración e incluso el incremento de sus éxitos es el resultado de una constante, sutil y muy eficaz experimentación.


Royo ha hecho del mito de la Bella y la Bestia uno de sus principales motivos, llevándolo desde el horror hasta el lirismo. En cualquier caso e independientemente del tema abordado, sus personajes se sitúan siempre a medio camino entre lo épico y lo erótico. Sus carnes están atravesadas por el desafío maculadas por la amenaza, y por eso resultan mucho más excitantes. Y es que, como Royo muy bien sabe, el sexo adquiere mayor lascivia cuando a su alrededor flota el fantasma oscuro de la muerte.





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