11 de junio de 2018

Alexander Timofeev


Oscuro simbolismo erótico


La fusión entre la fotografía, la pintura figurativa clásica y su amor por los cómics noir hacen de la obra de Timofeev un conjunto de pinturas fílmicas enigmáticas, centradas en escenas fragmentadas de seducción, traición, muerte, pasión y dependencia. 


No es casualidad que cada composición se lea como un solo fotograma de una gran película, justo antes o después de un dramático y a menudo siniestro evento. Para ello, Timofeev trabaja en serie, comienza escribiendo un guión y luego ensambla actores, trajes y accesorios para fotografiarlos todo en diferentes sesiones para cada escena. Las fotografías resultantes son la base para sus pinturas.


Con una sólida formación en la Academia de las Artes en San Petersburgo, el detalle en su trabajo es increíble, y la forma en que juega con la luz y la sombra tiene un sentido clásico de la belleza que hace que estas imágenes tengan un aspecto inquietante y sensual. Este artista originario de San Petersburgo (Rusia) y residente en Berlín, pinta situaciones que enfatizan las diferentes relaciones entre las personas, que se representan como figuras de una escena teatral.


Al crecer en un país con un sistema político inestable que cambia del comunismo al capitalismo, Timofeev ha desarrollado su enfoque hacia una fuerte crítica de la sociedad. Él ve el progreso vinculado a Dios y la ideología como la atrofia del materialismo y el ser inherente a las artes visuales. Es un desarrollo contra el cual se rebela. Él cree que el arte es principalmente una expresión de sentimientos personales, creencias y convicciones sin ninguna concesión a la sociedad. 


Una sociedad impulsada por el consumismo como el factor determinante que amenaza al arte a perder su contenido y calidad. En este contexto, las pinturas de Timofeev son la expresión de sus pensamientos personales más profundos. Sin embargo, él no quiere imponer su propia visión, sino que sus pinturas deben ser asociativas para sus espectadores.


Recurriendo a elementos como barras de labios rojas, zapatos de tacón alto, cicatrices, tela o cigarrillos, Timofeev forma un cierto lenguaje simbólico. Alexander Timofeev pinta situaciones enfatizando diferentes relaciones entre las personas en un ambiente oscuro y minimalista que evocan sentimientos ambivalentes y sugieren paradojas. 


Por un lado la belleza de las figuras reproducidas con delicadas texturas de piel y ropa refinada es sumamente atractiva, mientras que por otro lado sus imágenes evocan sentimientos opresivos. El espectador se enfrentará a temas como la sexualidad, la muerte, la inocencia y la ingenuidad.











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