23 de junio de 2018

Gina Higgins


American Noir 


El estilo de Gina Higgins es una celebración de la vida nocturna de Los Ángeles, con el glamour, el neón, el humo, y sus sombras. Femme fatales y hombres peligrosamente enigmáticos se yuxtaponen en escenarios urbanos, que recuerda al Hollywood dorado pero con un toque contemporáneo. 


Los personajes de sus pinturas existen en el momento, como tomados por sorpresa por el flash de una cámara y atractivos a causa de su aparente vulnerabilidad. Al igual que los fotógrafos y cineastas que le han servido de inspiración, con cada lienzo intenta capturar lo que se ve y se siente en un abrir y cerrar de ojos. Su técnica es a la vez espontánea y controlada, una delicada mezcla de realismo fotográfico con imágenes evocadoras. Los lienzos urbanos temáticos son elegantes y misteriosos, sin lugar a dudas influidos por sus viajes.


Gina Higgins es una artista nacida en Nueva Orleans y criada en Hollywood Hills que desarrolló su pasión por el arte desde muy joven, reconociendo sus habilidades artísticas por el ambiente en el que se crió. Su madre era concertista de piano y cantante que realizó un disco de cierto éxito en Italia a finales de los 70. Su padre era un arquitecto y fotógrafo que documentó los emblemáticos rascacielos en el centro de Los Ángeles, y un primo suyo fue un destacado artista contemporáneo. De esta forma, su infancia se sumergió en un intercambio de arte y música, y la creatividad siempre fue el centro de su formación.


Gina fue aceptada para su ingreso directo en la University of Southern California Roski School de Bellas Artes con apenas 17 años. Se inscribió en el plan de estudios de artes gráficas con la mirada puesta en convertirse en una ilustradora de moda. Ferozmente independiente, deja la universidad tras dos años de estar en el programa para viajar por toda Europa, donde sigue perfeccionando su técnica artística, recibiendo entrenamiento formal en dibujo figurativo y pintura en París y Florencia. 


A su regreso a Los Ángeles completa su BFA, sin embargo la cultura europea había dejado una profunda influencia en su estilo como artista comercial. Sus ilustraciones pronto fueron buscadas por clientes como Liz Claiborne, Etienne Eigner, Alexander McQueen, los estudios de CBS y MGM, y A&M/Polygram records entre otros.


Como artista, Gina Higgins trata temas tan comunes, como la melancolía, la soledad y el suspense. Su inspiración no solo viene del cine, sino también de la fotografía, la literatura, la música o la danza. Su serie de cuadros "American Noir" es su representación personal de algunos de estos elementos que la han tocado como artista. En pocas palabras, sus pinturas evocan una historia, ya que sugieren suficiente misterio para dejar que el espectador las concluya.








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