13 de junio de 2018

Cuatro por cuatro

Autora: Sara Mesa                                                                                                  Editorial: Anagrama                                                              
Nº páginas: 272

¿Actuamos como debemos ante las injusticias que nos rodean? ¿Nos convertimos en cómplices al no hacerlo? ¿el aislamiento de la sociedad nos aleja de sus peligros o éstos son inevitables? ¿estamos irremediablemente destinados a ser lo que se supone que debemos ser? estas y otras preguntas nos platea "Cuatro por cuatro", una historia absorbente y cargada de misterio, donde nada es lo que parece y donde la verdad se revela como en las grandes novelas de misterio, cuando se levanta la última carta.

"Cuatro por cuatro" arranca con la historia de unas chicas, lideradas por Celia, que se han fugado de un colegio pero que son atrapadas y devueltas a la institución. El colegio del que huían, el Wybrany College, es un internado incomunicado del exterior y destinado a los hijos de familias acomodadas, los únicos que pueden aspirar a salvarse de un mundo en descomposición en el que la vida en la ciudad se ha hecho imposible. Pero el Wybrany College también acoge a los llamados "especiales", chicos becados cuyos padres trabajan al servicio del proyecto. Las relaciones entre ambos grupos, los profesores y los miembros de la Dirección sumergirán al lector en un microcosmos dominado por la manipulación y el aislamiento.


Construida en dos partes más un epílogo y narrada con un peculiar estilo entre la insinuación y las zonas de sombra, el lector irá descubriendo un universo literario  inquietante y enigmático, definido por unas normas que apelan a las relaciones de poder entre los distintos personajes y una violencia sórdida, latente, siempre a punto de estallar. En esta primera parte de la novela, atisbamos sólo en parte los secretos que rodean al colegio, mientras observamos su día a día desde el punto de vista de dos estudiantes. La primera es Celia, una niña muy madura para su edad y una de las alumnas "especiales" que ha sido becada por su alto coeficiente intelectual y el segundo es Ignacio, un niño de 12 años de familia adinerada que cojea ligeramente y que es objeto de burla y de malos tratos por parte de sus compañeros.

La segunda parte de la novela se desvelaran parte de los misterios sugeridos en las páginas anteriores, mientras surgen otros y esta expuesta de una manera más reflexiva. Estructurada en forma de diario personal de Isidro Bedragare, un profesor suplente que desde el primer día comprobara con inquietud las sospechosas actitudes de profesores y alumnos envueltos todos ellos en un sórdido laberinto que lo atrapará en una investigación en busca de la verdad, a la que intentará llegar a través de monólogos y suposiciones. El epilogo final (quizás lo más flojo), se compone de los papeles escritos por García Medrano, el profesor al cual sustituyó Isidro. En ellos da cuenta a través de una especie de cuento o fábula de todo el horror que ha ido socavando los cimientos de la institución.

Utilizando diferentes narradores y tipos de narración, la autora consigue con nos integremos en ese universo que es, a la vez, cárcel y refugio, donde lo que se calla y lo que se dice construyen la propia realidad de "Cuatro por cuatro", una opresiva, densa, e irrespirable novela, donde el que tiene el poder es el que domina y gana, aunque éste no tenga por qué ser el más fuerte o el mejor. Configura un microcosmos cruel y opresivo, donde las relaciones personales se configuran en torno al poder y a la alineación.

La novela es, en realidad, un canto a la libertad mediante la contraposición de su reverso: la opresión, el aislamiento, las diferencias de clase, la corrupción, la impostura, la vigilancia, el silencio, y el miedo al exterior que generan monstruos.

Sara Mesa construye un un espacio literario propio, siempre en los límites de la realidad, con personajes marcados por la desolación y la impotencia, el humor soterrado y un sutil poso crítico a las políticas de esta última década, a las desigualdades sociales a las que nos han conducido y a las organizaciones e individuos que se han beneficiado de la situación a costa de los más desfavorecidos.

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