Alison Scarpulla

Mundos paralelos

Alison Scarpulla es una joven fotógrafa que invierte su tiempo y su talento en experimentar dentro del mundo de la fotografía analógica para crear un pequeño y fantástico universo lleno de belleza y misterio a partir del uso de exposiciones dobles, películas vencidas y diferentes tipos de revelados para así recuperar todo el potencial del error fotográfico para darle su máxima expresividad. Películas altamente granuladas, y juegos con el contraste y la saturación hacen que las fotos de Scarpulla parezcan no sólo de otros tiempos, también de otros universos paralelos donde las notas efímeras se asientan ya sea en bellas jóvenes etéreas o paisajes fríos y otoñales.

    

La artista se reconoce enamorada del cine, sus texturas, colores y el grano de las antiguas películas. Tanto es así que lo ha convertido en el eje de su trabajo. Si a esto le sumamos grandes dosis de imaginación y talante, tenemos un trabajo que describe un mundo único y complejo que parece existir en paralelo a nuestra realidad donde caben brujas, hechizos, momentos febriles, secretos y alucinaciones reveladoras. Y lo mejor, es que se hace creíble.

     

La obra de esta artista se compone de una infinidad de imágenes que son fruto de una cámara de película de 35mm, doble exposiciones, rollos caducados y diferentes procesos experimentales de revelado como la utilización de ácidos y vino para así conseguir imágenes que nos dejan con una sensación inquietante. 

     

No sabemos muy bien qué está pasando en ellas, ni qué están haciendo los sujetos que aparecen en ellas. Una vez más, queda demostrado que una de las claves para crear belleza dentro del mundo del arte es la experimentación.

     

Sus fotografías componen un conjunto que podría entenderse como una especie de tratado visual de lo sublime como categoría estética. Sus obras insisten en mostrar o representar constantemente aquello que despierta tal pasión: recreándose en la imagen de paisajes salvajes, inmensos, nocturnos, marítimos, invernales; la luna; la presencia de brujas, figuras femeninas, lánguidas y entregadas, siempre perdidas en medio del espacio natural que las engulle, o siluetas y sombras; efectos atmosféricos como humo, niebla; focos de iluminación naturales y exaltados (crepúsculos) y la provocada por el fuego (velas, fogatas e incendios); animales y niños (lo natural); cruces, bolas de cristal, calaveras; ventanas y cortinas de casas viejas, abandonadas, o habitadas por espíritus, interiores siniestros. Presentan imágenes, situaciones en las que cualquier cosa puede pasar, aunque casi siempre, es la simple espera la que genera suficiente alteración de los sentidos.