11 de julio de 2018

Greg Ponthus


El silencio capturado


Siempre acostumbramos a buscarle cinco pies al gato cuando miramos una fotografía y buscamos la historia que hay detrás de cada milímetro de la obra, por eso Greg Ponthus nos da una pista para entender la obra de un fotógrafo: "La fotografía está para sentirla, no para entenderla". Con ello se refiere a sentir el frío, la piel erizándose, la tristeza, el olvido. Asimismo, la vida quizás no esté para entenderla, sino para vivirla hasta nuestro último aliento.

          
                                                                                                                                                        Las fotografías de Greg Ponthus nos hacen sentir el eterno otoño que vivimos a medio camino entre el sueño y el despertar. Atmósferas silenciosas y serenas. Fragmentos de luz y silencios. Así es la obra de Greg Ponthus un joven fotógrafo francés que nos ha conmovido por su dulce sensualidad y la sobria elegancia de sus composiciones. 


Sus imágenes retratan emociones diferentes y pensamientos que se habrían desvanecido si no se los hubiese capturado. Son nítidas y suaves a la vez. Son tan frágiles como son moldeables. Las fotografías de Greg representan la materialización de la honestidad característica de la fotografía, entre otros aspectos.


Experto en captar la vulnerabilidad de la persona, de los momentos y de las relaciones, el fotógrafo Greg Ponthus es contemplativo y expresivo a la vez. Con tan solo echar un vistazo a sus imágenes emotivas, podrás adivinar qué es lo que estaba sintiendo al pulsar el obturador. La cámara es una extensión de la visión que tiene de sí mismo.

         

Greg se mueve entre la fotografía analógica y la digital, aunque la película le permite plasmar la realidad con una patina de grano e imperfecciones para darle una apariencia más etérea. También se apoya para esto en esquemas de colores con tonos fríos por cada mirada perdida. Realiza principalmente retratos de conocidos suyos, absortos en su mundo, con la mirada perdida, como aburridos y melancólicos. Es especialista en retratos y en parar el tiempo, y sus modelos parecen ensimismados en sus sentimientos.


Pero por encima de todo, lo que más llama la atención del trabajo de Greg Ponthus, es el silencio, el silencio de los protagonistas. Ponthus se calla y espera. Espera a que sus modelos lleguen a perderse a sí mismos, para encontrarlos. Encontrar lo que esconden dentro y han estado callando durante tanto tiempo. Y los exprime hasta conseguir imágenes oníricas y sensibles, con una tensión en el ambiente casi palpable.










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