Diana Dihaze

La seducción de lo oscuro

Oscuras, inquietantes y sin embargo y al mismo tiempo, hermosas y convincentes. Así son las imágenes de Diana Dihaze, una autodidacta artista ucraniana que nos presenta una obra llena de horror y fantasía inspirada en sus propias pesadillas y fobias. Con un estilo muy evocador, viendo sus trabajos resulta inevitable asociarlos a cierto estilo gótico con tintes surrealistas y sutilmente erótico.

          

Utilizando la fotografía y el photoshop, Dihaze crea sus series de "sueños y pesadillas" donde ella misma es protagonista en un primer plano mientras los insectos en el cuerpo de la mujer, las flores, las calaveras y las serpientes, hacen referencia a la fugacidad de la vida, a su fragilidad y su atemporalidad.

El sujeto femenino de sus composiciones ocupa siempre un primer plano para introducirnos en la visión de sus propios sueños y pesadillas. Su constante imaginería simbólica evoca temas de vanitas explorados por los los pintores holandeses del siglo XV. La temática de la muerte, la morbilidad y la moralidad, se encuentran en constante referencia apoyados por los objetos que acompañan la figura retratada.

       

Las obras de arte de Diana no solo sirven para ser observadas, también tienen el poder de atraer a los espectadores, de mirar más allá de los aspectos perturbadores de las fotografías y descubrir las cosas que pasa dentro de cada escena que, aunque puede ser inquietantes y terroríficas contienen referencias al placer de la naturaleza que invitan a quedarse en ese mundo a pesar del espanto.

     

Hay cierto romanticismo decadente en sus composiciones y un ligero elemento de horror surrealista, ya que la naturaleza y las heridas grotescas cubren los cuerpos de sus sujetos, todos los cuales parecen abrazar su transformación sin miedo. Los lirios blancos, como flores funerarias tradicionales, significan la muerte y la pureza del espíritu que ha avanzado. Insectos, cráneos y cuervos brotan de los cuerpos de las figuras de los sueños, revelando la muerte de las viejas formas y el borde exterior de un futuro hermoso pero invisible. Llena de simbolismo y una atmósfera inquietante, el trabajo de Dihaze alienta emociones profundas y un examen del alma.