22 de julio de 2018

The Florida Project OK

The Florida Project
Director: Sean Baker
Reparto: Brooklynn Prince, Willem Dafoe, Bria Vinaite, Caleb Landry Jones, Mela Murder,Valeria Cotto, Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane...
Guión: Sean Baker, Chris Bergoch
Fotografía: Alexis Zabé

Tras el visionado de esta "pequeña" sencilla y conmovedora historia, es imposible no amar a "The Florida Project" por lo que es, uno de esos brillantes y refrescantes filmes independientes que logran hacerse un hueco destacado entre las grandes superproducciones de Hollywood llenas de testosterona pero vacías de contenido.

Tras este titulo se esconde Sean Baker, un director empeñado en retratar con crudeza, realismo y humanidad a criaturas marginadas, a individuos de los estratos más bajos de la sociedad estadounidense, que rara vez se ven representados en los medios. En esta ocasión Baker pone el foco en el desconocido y desolador submundo que se desarrolla en los moteles de mala muerte que circundan DisneyWorld, en Orlando (Florida). Allí, a pocos kilómetros del "lugar más feliz de la Tierra", familias con escasos recursos sobreviven como pueden.

En este entorno se desenvuelve la gran estrella del largometraje, la pequeña Moonee, una niña de 6 años vital, enérgica, revoltosa, traviesa y a menudo insolente que se divierte y disfruta junto a sus amigos haciendo trastadas inocentes, comiendo helados, vendiendo perfumes ilegales con su madre a los multimillonarios en los campos de golf para su supervivencia diaria, tirando escupitajos a los coches desde la barandilla para pasar el rato sin ser apenas consciente de la miseria que la rodea, lo que hace de este relato un ácido y en algún momento hasta gracioso y adorable film, sin caer nunca en el brochazo gordo del llanto y la sensiblería gratuita.

La película funciona como un documental agudo y lleno de grandes momentos que brillan por su cotidianidad. La actuación de los chavales es fresca, casi amateur, pero creíble gracias al trabajo de Willem Dafoe como conserje del motel y de la intérprete de Halley, Bria Vinaite, a quien el director encontró a través de las redes sociales. De hecho, ella y la pequeña Moonee son el alma de la cinta y a la vez la relación que más conflictos genera en el espectador. Es fácil juzgar a una veinteañera drogadicta e iracunda, a la que no le importa atiborrar a su hija de seis años de golosinas durante meses o dejarla en la habitación sola para irse de fiesta. Lo difícil es lo contrario, y por eso existe el personaje (nominado al Oscar) de Willem Dafoe. Él es el único que sabe que Halley quiere a su hija por encima de todas las cosas y que sin ella no sería capaz de vivir. Pero casi nunca lo que queremos es suficiente. Y eso no lo dicta un guion retorcido; es la realidad.

Hay pocas películas en las que los niños estén tan naturales como Brooklynn Prince, dueña de un desparpajo, una gracia y un descaro absolutamente arrolladores. El hecho de que los actores no sean profesionales fortalece la impresión de autenticidad absoluta. Pero también una estrella como Willem Dafoe encaja perfectamente en el conjunto. Su figura externa sirve como una especie de brújula moral: mira con compasión a la pequeña Moonee y a su madre Halley, trata de salvar al dúo madre-hija de lo peor y finalmente tiene que verse impotente ante el desarrollo de los acontecimientos que Seam Baker impone a sus personajes mientras usa con maestría los recursos cinematográficos para que veamos con los ojos de sus pequeños protagonistas. Y ver con los ojos de esos niños (antes de que sus miradas se vuelvan precozmente desconfiadas y afiladas) supone sacar de la ecuación las variables que más suelen dañar los retratos de los entornos desfavorecidos y las infancias amenazadas: la compasión, los juicios morales y la aflicción. Aquí no hay nada de eso. "The Florida Project" tiene una dimensión sociopolítica, pero está a años luz del cine social rancio, moralista y sensacionalista.

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