Arthur Rackham, "Un ilustrador de cuento"

Arthur Rackham fue un ilustrador inglés que desde finales del siglo XIX, hasta su muerte, entre sus trabajos más conocidos figuran libros infantiles como los "Cuentos de los hermanos Grimm", "Peter Pan" y "Alicia en el país de las maravillas", entre otros. Pero también realizó ilustraciones para libros orientados hacia lectores adultos, como "El sueño de una noche de verano", "Las cabalgatas de las Valkirias", ademas de varios relatos de Edgar Allan Poe.

Las ilustraciones Rackham para el libro de Rip Van Winkle, de Washington Irving, constituyen un antes y un después en su carrera. Rackahm vivió en la llamada época dorada de la ilustración, entre 1870 y 1930, pero a diferencia de varios de sus contemporáneos, muchos ilustradores también de libros para niños, él descubrió en el fotograbado una técnica de impresión con una calidad altísima para la época. El estilo pictórico de Rackham se caracteriza por una línea sinuosa en pluma suavizada con acuarela – usual en la estética del Art Nouveau. Sus bosques se vislumbran con raíces nudosas y aterradoras, doncellas sensuales que nos recuerdan a las de Alphone Mucha  pero más sutiles y sus ogros y trolls son menos amigables que los de Bauer, pero con la suficiente buena naturaleza para no asustar. Una pincelada sutíl y con gracia que nos transmite la vitalidad de esas escenas míticas.

Sus sirenas, duendes y hadas se asoman delicadas entre las ramas; flotan suspendidas en el aire o aparecen sobre un lago. Están las que cumplen deseos, las que lanzan los extraños encantamientos que idearon los Hermanos Grimm. Cada cuadro de Rackham es una escena viva: Alicia en el país de las maravillas rodeada de naipes que revolotean, los barbudos gigantes persiguiendo a la diosa Freia en El Oro del Rin. Se trata de un montón de seres fantásticos, que habitan un mundo de colores tenues, surgidos de la fantástica imaginación de Arthur Rackham. Sus ilustraciones, realistas, increíblemente delicadas, modernistas, oscuras y enigmáticas que evocan mundos fantásticos y mágicos, convirtieron a Rackham en uno de los más famosos ilustradores de principios de siglo.