28 de noviembre de 2016

Béla Lugosi.

La sombra del Vampiro


Béla Ferenc Dezsó Blaskó, mas conocido por Béla Lugosi nació en un pueblo entonces perteneciente al imperio austro-húngaro llamado Lugoj. A pesar de pertenecer a una acomodada familia lidera por un banquero, al fallecer éste, el joven Béla tuvo que ponerse a trabajar en la mina a los 12 años. Tras su paso por la academia de teatro de Budapest y con apenas 19 años empezo a ser conocido en los escenarios y en 1915 a hacer sus primeras incursiones en el cine mudo.
Durante su participación en la primera guerra mundial recibiría un disparo en la pierna que le molestaría el resto de su vida. Tras el conflicto Lugosi se fue a Alemania, donde seguiría su carrera como actor apareciendo en la versión de F.W.Murnau del "Doctor Jeckyll y Mister Hyde". En 1921 el nazismo comenzaba a ser algo mas que un rumor, por lo que el actor volvió a hacer las maletas para volar directamente al país de las barras y estrellas . 
Antes de recalar en Hollywood, el vuelo de nuestro vampiro planeo sobre los escenarios de Broadway, donde en 1927 interpreto por primera vez al Conde Drácula. Cuando el director Tod Browning entro en pánico al  quedarse sin el actor Lon Chaney para su Drácula, el director se fijo en Béla Lugosi ya que la producción se iba a centrar más sobre el libreto teatral que sobre la novela de Bram Stoker. 

 

Tras el arrollador éxito de la película los estudios Universal pensaron en seguir la racha y se prepararon para Frankenstein, intentando convencer Béla Lugosi para el papel del monstruo, pero el actor decidió que el personaje y todo aquel maquillaje no eran dignos de una gran estrella como él.


A lo largo de la década de los 30 la carrera de Lugosi se mantuvo con bastante dignidad proporcionándole algunos éxitos como "El gato negro", "La isla de las almas perdidas", "La marca del vampiro" y varias cintas con Boris Karloff como "El poder invisible" o "El hijo de Frankenstein". Pero ya en los 40 Lugosi comenzó su particular descenso a los infiernos. Su adicción a la morfina que empezó ayudándole a combatir el dolor crónico de su maltrecha pierna iba convirtiéndose en una adicción más que en un alivio. Los papeles eran cada vez mas escasos y de peor calidad, hasta que, en los años 50 su vida dio el ultimo giro cuando coincidió con un joven director lleno de energía y fan de Béla Lugosi llamado Edward Wood Jr, y con más iniciativa que talento, logro realizar con el actor tres películas rematadamente malas pero con el dulce encanto de lo cutre que las convierten en unos clásicos de la serie B.

 

Su fin llegaría el 16 de Agosto de 1956. Olvidado por la industria que no por el publico, el actor fue enterrado, como él deseaba ser recordado, con su traje de Drácula.
Desde aquí esperamos que 
Béla Lugosi, este donde este, siga escuchando el dulce sonido de las criaturas de la noche.







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