16 de mayo de 2018

Lady Macbeth (2016)

Director: William Oldroyd Reparto: Florence Pugh, Christopher Fairbank, Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Bill Fellows, Ian Conningham, Paul Hilton, Joseph Teague. Guión: Alice Birch Fotografía: Ari Wegner

Algunas personas siempre hemos sido atraídos por las personas que irradian pasión, que viven con pasión, que respiran con pasión. Porque su pasión, nuestra pasión, es el verdadero poder que los dioses en su infinita sabiduría nos han otorgado. Cuanto más se descubra y exprese la pasión por la vida, más irresistible llega a ser. Esto mismo es lo que nos descubre este intenso festín de poderosas pasiones humanas llamado "Lady Macbeth", que nos ofrece una radiografía de las pasiones humanas más salvajes que desafían los protocolos establecidos por la estricta moral victoriana.


"Lady Macbeth" cuenta la vida de Katherine Lester, una joven confinada en la casa de su cínica familia política, obligada a compartir la cama con su despreciable marido y la mesa con su despreciable suegro. El ahogo y el aburrimiento de la muchacha se van haciendo latentes en la detallada insistencia en el espacio físico, frío, impersonal y claustrofóbico, por el cual una impecable Florence Pugh se pasea con gesto contenido, tenso, con una mirada inquietante y casi felina, preludio a la tragedia que en su mente ya se ha desatado para conseguir lo deseado, sin que nada ni nadie se lo impida.




Katherine es una mujer encorsetada por la moral victoriana, pero con unos enormes deseos de amor y libertad. Ella pide a voces que alguien le dé cariño, amor, atención, y esto la hace llegar a sentir más dependencia que otra cosa del personaje del que se enamora intensamente. Florence Pugh es la actriz encargada de interpretar a esta mujer llena de fuerza que, con tan solo una mirada, te inunda el corazón. Oldroyd construye la película en la maravillosa interpretación de Florence Pugh, de una compleja, brutal y descarnada calidad.



La inteligencia y la fuerza de la dirección nos muestra a la perfección el deseo que recorre las venas de tres de sus principales protagonistas. Y esta pericia a la hora de saber llevar el filme no se corresponde tan solo a un inicio deslumbrante, sino que se mantiene a lo largo y tendido de todas las distintas secuencias de la película. La composición del plano está muy calculada, y la planificación es reposada. Oldroyd, que rueda su primer largometraje, proviene del mundo del teatro, por lo que se entiende que se sienta cómodo con este tipo de sobriedad, centrada sobre todo en los actores.



Oldroyd, que proviene del teatro, está más interesado por el contenido que por el continente y para ello despoja su película de música y de todo aquello que no abunde en la belleza de la composición. Es una austeridad tan desnuda como amenazante. Aquí todo es un poco oscuro, desangelado, chato: la vida en un caserón de campo en el siglo XIX vista sin ningún romanticismo ni nostalgia. Y es a partir de esa situación y esos lugares que la transformación psicológica y hasta moral de Katherine, que pasa de timorata a dominante, es totalmente creíble. Lo cual hace más efectiva la propuesta.



"Como si Alfred Hitchcock hubiese dirigido ‘Cumbres borrascosas’". Así define la película el medio digital IndieWire. Una gran síntesis que capta la esencia misma de la obra en todo su sentido y contradicciones. Sobre todo, si recordamos aquello que se dijo una vez sobre Cumbres borrascosas: "no es una historia de amor; es una novela de gente que se odia mucho". Lo mismo ocurre con Lady Macbeth: no es una revisión del drama shakespeariano, tampoco la propuesta del incomprendido Leskov. No es lo que aparenta en su envoltorio.



Es el resultado de un largo proceso, cultural y artístico, mucho más completo desde la mirada retrospectiva, a través de la cual se entiende en su plenitud la amplitud del conflicto de aquello que parece, a simple vista, un drama doméstico típicamente victoriano. Este muy buen film del realizador inglés proveniente del teatro no se basa en el texto de William Shakespeare sino en la novela rusa Lady Macbeth de Mtsensk y cuenta la historia de una mujer oprimida que toma las riendas de su vida en el siglo XIX. Oscura, seca y violenta, es una gran combinación de drama psicológico con película de suspense.


La realidad es que, antetodo "Lady Macbeth" es una historia de amor y desamor. La representación de la cárcel en una casa de dinero, donde Katherine se encuentra encerrada junto a su familia política, es la que se muestran las contradicciones y realidades de la vida, donde poder ver que también en un hermoso lugar se puede uno sentir encerrado en la miseria y sin un ápice de libertad. "Lady Macbeth" es la historia de una mujer que, en su lucha por liberarse de la opresión masculina, termina volviéndose también una opresora. Esta mezcla de recato, crudeza y pasión, le dan a la película una atmósfera intensa, inquietante, de impacto que crece con los sucesos drásticos de la trama. El resultado es una ópera prima potente, con poso, que nos avisa de un nuevo director a seguir.



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